Mi padre Draen fue un Paladin al servicio de Velen. Tas su muerte en batalla, a manos de la Legión Ardiente, mi madre Shassa quedo desolada. Con una pequeña y en tiempos de guerra se sentia desprotegida y sola.
Ella decidio que mi instruccion como Sacerdotisa me daria fuerzas y fé para seguir adelante. Asi pues intento enseñarme todo lo que sabía. Escondio su dolor tras vagos intentos de instruirme, a lo que yo me negaba. Jure vengar a mi padre y proteger a mi pueblo, yo deseaba aprender a luchar...
Me volvi una solitaria, nadie entendia mis ganas de aprender el arte de las armas. Mi corazon solo se sentia pleno con la compañia de las bestias del bosque.
Ya que nadie parecia comprenderme y menos aun querer enseñarme a luchar, fui tomando lecciones de lo que me rodeaba. Cada ser tiene sus habilidader y yo aprendi de todo lo que veia.
Tras años vagando por diferentes mundos fui conociendo todo tipo de bestias y seres diferentes. Aprendi a domesticarlos, a comunicarme con ellos. Inicie mi entrenamiento particular con todo tipo de armas...
Tras llegar a Draenor alcance mi mayoria de edad, me aguardaba una ceremonia especial para elegir mi lugar entre los nuevos Draeneis. Con gran pesar mi madre tuvo que aceptar que mi sino no era el sacerdocio. Ahllen, lider de nuestra pequeña comunidad habia decidido nombrarme exploradora con mas muchachos del poblado. Conocia bien mis "artes especiales" y nadie era mas rapida con las armar que yo.
Mi madre enfermo, su corazón lleno de tristeza y dolor por la pérdida de mi padre y mi decision de no seguir sus pasos la hizo enloquecer. Cada año, nuestra peleas y huidar de los Orcos y Elfos de Sangre no la ayudaban, su fuerza vital era cada dia mas escasa.
Tras una horrible batalla contra los Elfos Sanguinarios tubimos que huir, muchos que sobrevivieron a la batalla cayeron en el accidente de nuestra nave. Mi madre fue una de ellos.
Tras su perdida, decidi con mas fuerzas aún vengar a mi gente. Aprendi de los Elfos nocturnos todo lo que pude y emprendi viaje buscando compañeros de batalla con el fin de armar un ejercito conta la Legión Ardiente.
Reconozco que soy un alma solitaria, que encuentro gran consuelo entre mis bestias salvajes y mi solitaria cruzada... Pero tambien es cierto que gracias a esta gran familia que encontre en Lágrimas de Sangre, parece que halle un pequeño lugar en el mundo.